Miro mi alma, desde adentro...
y veo...
insistentes luchas
contra un destino
desentendido de franqueza,
un mostruoso toque de queda
que no es apto para nadie...
El alboroto celular
que no se deja adiestrar
es, ya casi, un exabrupto
miro mi alma con ojo frío,
como si no fuera mio
lo que me muestra
como si estuviera
en un cuerpo equivocado
con una apología
tan diferente a la mía,
y sale a predicar
con trágicas ideas
de conciencia borrosa,
de chantaje emocional...
a que le enfrente
sus terribles dificultades
la insulto
de manera irrespetuosa,
si... por cobarde, por sumisa...
No es que sea maliciosa
o esté permanentemente mutando
es que yo la presento
con valor en todas partes,
le presto mis dados,
la nutro con días soleados,
la visto de gala con ardores,
la impulso con coraje...
...pero se queda ignorándome
como si no conociera
la razón de mi disputa...
La miro,
siempre despejando
el escenario vacio
para ser protagonísta...
reclama con pompa
un papel tan inmolado,
que chorréa olor a víctima
y yo quiero
que huela a estreno - se entiende?-...
Hay cosas
que se asemejan a lo inrompible
y a mi me gusta
romper para rehacer con lo que quede...

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