jueves, 27 de octubre de 2011

Distintas semejantes...

Miro mi alma, desde adentro... 
y veo...
insistentes luchas 
contra un destino 
desentendido de franqueza,
un mostruoso toque de queda 
que no es apto para nadie...

El alboroto celular 
que no se deja adiestrar 
es, ya casi, un exabrupto
miro mi alma con ojo frío, 
como si no fuera mio 
lo que me muestra
como si estuviera 
en un cuerpo equivocado
con una apología 
tan diferente a la mía, 
y sale a predicar
con trágicas ideas 
de conciencia borrosa, 
de chantaje emocional...

Entonces me obliga 
a que le enfrente 
sus terribles dificultades
la insulto 
de manera irrespetuosa, 
si...  por cobarde, por sumisa...

No es que sea maliciosa 
o esté permanentemente mutando
es que yo la presento 
con valor en todas partes, 
le presto mis dados,
la nutro con días soleados, 
la visto de gala con ardores, 
la impulso con coraje...

...pero se queda ignorándome 
como si no conociera 
la razón de mi disputa...

La miro, 
siempre despejando 
el escenario vacio 
para ser protagonísta...
reclama con pompa 
un papel tan inmolado, 
que chorréa olor a víctima
y yo quiero 
que huela a estreno - se entiende?-...
Hay cosas 
que se asemejan a lo inrompible
y a mi me gusta 
romper para rehacer con lo que quede...

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